La película “Libertador” y la extraña y fantasiosa teoría del “asesinato” de Bolívar.

La película ‘Libertador’ (2014)

La película ‘Libertador’ (2014) dirigida por Alberto Arvelo, y con guion de Timothy Sexton, es quizá el dramatizado con mayor presupuesto y calidad de producción realizado sobre la vida de Simón Bolívar. Contó con las actuaciones del exitoso actor venezolano Edgar Ramírez (reconocido por obras como El asesinato de Gianni Versace) en el papel de Bolívar, y otros actores de talla internacional como Iwan Rheon (Game of Thrones) o Danny Huston (American Horror History, Wonder Woman). La película fue el primer intento de internacionalizar a través del cine, la historia de Simón Bolívar, teniendo una buena parte de los diálogos en inglés, así como una enorme calidad de vestuario, cinematografía y efectos especiales.

A pesar de estos esfuerzos, la película fue considerada mediocre por la crítica, sobre todo por tratar de condensar de manera acelerada toda la vida de Bolívar en dos horas, además de básicamente eliminar todo atisbo de las complejidades políticas y sociales de la época. Parte de esta crítica señalo que la película reducía la trama a la maniquea moral hollywoodense de ‘buenos y malos’, además de tratar de volver “épica” la película con una aparente inspiración en la película de Mel Gibson ‘Corazón Valiente’.

En Venezuela la película causó cierto revuelo, ya que algunos consideraban que lo internacional de la producción iba a mostrar una versión que contrastara con las versiones de la historia bolivariana impulsadas por el gobierno chavista. Esto se acrecentó al ser comparada con una producción local de menor presupuesto que apareció más o menos por la misma época, llamada ‘Bolívar el hombre de las dificultades’ que era protagonizada el actor abiertamente chavista, Roque Valero. Pero irónicamente, el “Libertador” de Arvelo, terminó mostrando una versión casi literal del Bolívar de Chávez: un superhombre dedicado a las luchas populares (que inclusive podía llamarse a sí mismo “socialista”). Todo esto además teniendo en cuenta una versión particular de la muerte de Bolívar que caso mucho revuelo en esa época.

Una de las decisiones más extrañas tomadas en la película, fue incluir en su final la fantasiosa y nada sustentada teoría de que Simón Bolívar había sido asesinado. En la última escena, Bolívar que no parecía tener ninguna muestra de estar enfermo, y que no partía al exilio como lo dicen las fuentes contemporáneas, sino a hacerle la guerra a Venezuela para evitar su separación de la Gran Colombia, es abordado por extraños, que lo fusilan en un muelle antes de abordar el barco. Está escena irónicamente es parecida a la introducción de la tragicomedia ‘Bolívar soy yo’ de Ali Triana, en donde deciden hacer la muerte de Bolívar como un fusilamiento, para que fuera ‘más emocionante’, lo cual abre una de las temáticas de la misma, sobre la simplificación de la historia en aras del entretenimiento.

Pero volviendo a Libertador de Arvelo, esta escena, de nuevo, no proviene totalmente de la imaginación del guionista. Esta teoría fue inventada por el escritor y pseudo historiador, Joaquín Mier Hoffman, quien en su libro “La carta que cambiara la historia”, clamaba ser descendiente del español dueño de la quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, en donde Bolívar había muerto de tuberculosis en 1830. En su teoría carente de todo principio metodológico e histórico, el señor Mier clamaba que Bolívar nunca había estado enfermo, sino que había sido raptado por un navío estadounidense, enviado por el presidente Andrew Jackson, para luego ser fusilado. Según el, absolutamente todos los documentos y testimonios de los últimos días de Bolívar, habían sido falseados, y que el cuerpo que eventualmente terminó en Caracas era un doble usado para disimular el supuesto asesinato. Todas estas fantasías las sustentaba sobre una carta que Bolívar había escrito a su prima francesa, Fanny Du Villars, en donde supuestamente estaba encriptada con símbolos masones, que al craquearse descubrían un llamado de auxilio.

Aún ante la ridiculez de estas aseveraciones, el presidente Chávez se interesó lo suficiente para comisionar un equipo forense que famosamente exhumo el cuerpo de Bolívar en Julio de 2010. Chávez no dio crédito a las afirmaciones más exageradas, pero si pidió que se averiguara si Bolívar podía haber sido envenenado. La comisión logro confirmar que los restos en efecto pertenecían a Bolívar, al hacerles prueba de ADN, y no encontró evidencia alguna de una muerte no natural. Adicional, se hizo una más bien mala reconstrucción del rostro de Bolívar a partir de su cráneo, la cual aún hoy es usada en las imágenes oficiales del gobierno venezolano.

Joaquín Mier, naturalmente, se negó a aceptar los resultados del estudio. Pero, toda esta historia tomaría un giro extraño y trágico cuando el autor fue asesinado en Julio de 2015 por sicarios en la isla Margarita, en el caribe venezolano, en circunstancias hasta hoy no esclarecidas. Hoy, básicamente ningún historiador serio les da peso a las aseveraciones, y más allá de la película se Arvelo, la teoría no logró asentarse entre el público y la cultura popular.

Quizá la lección que se puede sacar de toda esta historia es como los mitos históricos fundacionales de las naciones, constantemente son moldeados por el poder y la industria del entretenimiento. Todo esto, muchas veces bajo un tinte ideológico claro, lo cual crea unas disputas sobre el pasado que cobran vigencia cada vez que se dan coyunturas y cambios sociales.

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