Los Budas de Bamiyan y las luchas por el patrimonio.

La destrucción intencional de lo que llamamos “patrimonio” se ha dado por dinámicas políticas y sociales supremamente complejas. Que tal si hablamos de uno de los casos mas famosos de todos: Los Budas de Bamiyan. Estas dos estatuas, ubicadas en el Valle de Bamiyan, en la actual Afganistán, fueron construidos entre los siglos IV y VII, por grupos budistas de Gandhara, que se ubicaron en la zona gracias a la ruta de la seda, utilizando el lugar como espacio de retiro espiritual.

Los budas afganos de Bamiyán se resisten a morir - RTVE.es
Imagen tomada de RTVE

Las estatuas estaban ricamente pintadas, y cubiertas con oro, siguiendo la tradición de los monjes de ornamentar los lugares sagrados. Esto incluyo el complejo sistema de cuevas esculpidas en las montañas donde estaban las estatuas, las cuales estaban decoradas con coloridos frescos. Su tamaño era monumental. La mas grande de las estatuas media 55 metros de altura, y la mas pequeña 32. También había una tercera estatua mucho mas chica de un Buda sentado.

La región fue conquistada por los musulmanes de la dinastía Saffarí en el siglo IX, pero estos aparentemente respetaron las estatuas. Aun así, varios lideres musulmanes posteriores si trataron de destruir las estatuas.

Esto incluyo a los emperadores indios mogoles Babur y Augranzeb en los siglos XVI y XVII. El último supuestamente pudo dañar las piernas del Buda mas grande. En el siglo XVIII, el rey de Iran, Nader Sha, trato también de destruirlas con un cañón. El rey Afgano, Abdur Rama Khan, logro destruir en el siglo XIX, los rostros de las estatuas.

Finalmente, los Budas fueron destruidos definitivamente en el año 2001 por los Talibanes, una facción radical que había surgido en la guerra civil afgana, que logro controlar una buena parte del país. Los talibanes utilizaron dinamita para lograr su cometido, ante una feroz condena internacional, que incluyo a varios países islámicos.

Aunque en un principio, el líder de los talibanes, Mullah Omar, declaro querer preservar las estatuas, al final se hecho para atrás. Según él, en parte esta decisión estuvo motivada porque los extranjeros se preocupaban más por ellas que por la miseria del pueblo afgano. Otros argumentaron que la destrucción estuvo más relacionada a la tradición iconoclasta musulmana.

Tras la caída del gobierno talibán, varios hablaron de la posibilidad de reconstruir las estatuas con apoyo de la UNESCO, utilizando los fragmentos que quedaron. Pero el costo de este proyecto, ademas de otros problemas, ha impedido que se lleve a cabo. Un curioso intento se dio en 2015, cuando dos millonarios chinos instalaron una proyección holográfica de los Budas en el agujero donde habían estado. La triste historia de los Budas es quizá un poderoso testimonio de la fragilidad del arte y el patrimonio ante la violencia y la guerra.

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